Mi botiquín natural (II)
En esta entrada voy a completar el botiquín natural que comencé con mi entrada anterior, hablando de algunos remedios naturales para la esfera digestiva. También llevo usándolos muchos años con excelentes resultados. Algunos son simples alimentos; otros, buenos remedios de fitoterapia que me han aconsejado buenos profesionales de la salud.
Gastroenteritis y diarreas
Zumo de arándanos
Cuando se padece gastroenteritis es necesario hidratarse y, al mismo tiempo, difícil ingerir líquidos, porque estos provocan más vómitos o espasmos. El zumo de arándanos es ideal porque, además de hidratar, ayuda a combatir la infección y va asentando el estómago y el intestino a medida que se va bebiendo. Lo mejor es comenzar con pequeños sorbos, e ir aumentando la cantidad que se bebe a medida que vayamos tolerando mejor el líquido.
Para los niños se puede aligerar mezclándolo con agua mineral (si es gasificada, será aún más tolerable), o con zumo de manzana. En Francia existe una bebida ecológica consistente precisamente en zumo de manzana y zumo de arándanos gasificada (sin azúcar añadido) que los niños toman muy bien y va fenomenal en caso de gastroenteritis.
El zumo de arándanos y de frutos rojos en general es también eficaz en caso de infecciones urinarias: en ese caso, ¡puede beberse sin moderación!
Manzana y apio-rábano rayados
Esta pequeña ensalada es también muy eficaz para templar el estómago por su gran tolerancia y por el poder desintoxicador de ambos ingredientes. Lo ideal es rayarlos, sobre todo si se trata de niños. Puede comenzar a darse cuando el enfermo haya ingerido el zumo de arándanos sin excesiva reacción. Se tolera mejor que la «dieta blanda» tradicional (arroz blanco, etc.) y tiene mayor poder curativo.
Zanahorias
Es bien conocido el poder astringente de la zanahoria. Yo prefiero tomarla cruda o en forma de zumo, que puede mezclarse también con zumo de manzana y está delicioso.
Acidez
La acidez de estómago es un mal común, desagradable en todos los casos y menos banal de lo que parece, pues es un indicador del grado de intoxicación de nuestro organismo. Para combatirla, lo mejor es modificar la dieta durante el tiempo necesario reduciendo al máximo los feculentos, así como café, alcohol y carnes, y consumiendo sin moderación todo tipo de verduras de hoja verde (por su contenido en clorofila y vitaminas del grupo B). Pero he aquí algunos remedios naturales rápidos para bajar el nivel de acidez del organismo en pocas horas.
Zumo de apio y manzana
Licuar una manzana de tamaño medio (con piel pero sin pepitas) y una rama de apio (hojas y tallo). Consumir por la mañana en ayunas y esperar algunas horas antes de ingerir cualquier otro alimento. Después, que estos sean, de preferencia, como hemos dicho, verduras de hoja verde (espinacas, acelgas, etc.).
Espirulina
Parece ser que la espirulina es uno de los remedios naturales más antiguos que existen. Se trata de un alga de agua dulce con gran cantidad de clorofila, minerales y vitaminas. Su consumo regular contribuye a restablecer el equilibrio ácido-base del organismo, con una gran cantidad de efectos positivos en cadena.
Umeboshi
Esta pequeña variedad de ciruela que los japoneses han convertido en comestible con un procedimiento milenario es conocida por ser el alimento más alcalinizante que existe, lo cual la dota de muchos efectos medicinales, entre ellos el de corregir la acidez corporal y reequilibrar el sistema digestivo. Se consume y es eficaz en muy pequeña cantidad, ya que es extremadamente salada (se trata de un encurtido). Yo suelo mezclar una media cucharilla de pasta de umeboshi en las lentejas y el arroz, lo cual le da sabor y ayuda a digerir estos alimentos, evitando la formación de gases.
También se puede tomar una punta de cucharilla después de comer, para obtener los mismos resultados alcalinizantes y digestivos.
Estreñimiento
Agua, verduras y ejercicio
Este remedio tan sencillo puede ser perfectamente eficaz para regular el intestino y evitar este «mal de muchos». Lo ideal será también consumir muchas verduras y frutas, sobre todo las más fibrosas, y hacer ejercicio físico. Sin estos tres elementos de base (agua, verduras y ejercicio), será difícil vencer el estreñimiento.
Polvos de hoja de cebada
Si los tres elementos de base no bastan, un buen remedio natural es el polvo de cebada. Este complemento alimenticio es asimismo remineralizante y alcalinizante, por lo que tendrá además otros efectos positivos en nuestra salud. Se toma una vez al día, fuera de las comidas, disolviendo una cucharilla en un vaso de agua. Tanto la cantidad de polvo como de agua pueden ir variándose hasta encontrar las dosis que más nos convengan. Es importante la regularidad. En España puede encontrarse en herbolarios y tiendas ecológicas.
Cloruro de magnesio cristalizado o nigari
Se trata simplemente de sales de magnesio de las que se encuentran naturalmente en el mar. La forma más natural es el denominado nigari, que se presenta como si fuesen pequeñas piedras blancas de sal. En Francia también puede encontrarse en farmacias en forma de sobres de 20 mg. El cloruro de magnesio tiene extraordinarias propiedades, entre ellas, la de regular el intestino y vencer el estreñimiento, pero también tiene propiedades antivíricas y antiinfecciosas, y dado que se trata de magnesio, es bueno para equilibrar el sistema nervioso, así como contra la caída del pelo, uñas débiles, etc. El único problema es que su sabor es muy amargo, por lo que los niños no lo suelen tolerar, y hasta a los adultos les cuesta tomarlo. Sin embargo, es realmente eficaz.
Puede tomarse de dos modos:
- disolver 20 mg en 1 litro de agua e ir tomando la cantidad necesaria hasta que haga efecto.
- disolver 20 mg en 20 dl. de agua; disolver a continuación 10-30 gotas de esta solución muy concentrada en medio vaso de agua. Este procedimiento permite medir con más precisión la cantidad de cloruro de magnesio que se toma. El número de gotas dependerá de la tolerancia de cada cual (no solo en cuanto al gusto, sino también en cuanto al efecto, pues en grandes cantidades se convierte en una verdadera lavativa.
El cloruro de magnesio se conserva muy bien durante mucho tiempo, tanto en forma de sales como una vez disuelto en agua. Ha de mantenerse en una botella o bote cerrado, a temperatura ambiente.
Mala digestión e hígado cargado
Ayuno o dieta vegetal
Lo ideal en caso de mala digestión o congestión hepática es el ayuno o, por lo menos, reducir la cantidad de comida que se ingiera, beber mucha agua y privilegiar ciertas verduras y frutas, como la manzana, el pomelo, el apio, el rábano (si es posible, negro) y la alcachofa.
Cúrcuma
Esta especia de la India está muy de moda en estos momentos, pues se le atribuyen muchas propiedades (que encontraréis en línea con facilidad). Es uno de los mejores antiinflamatorios naturales conocidos, y también es perfecta para el tracto digestivo. Puede utilizarse para aderezar infinidad de platos, al gusto de cada cual.
Además, existe un remedio fitoterapéutico a base de cúrcuma que es muy eficaz para favorecer la digestión y estimular las funciones hepáticas (por una vez, le haré publicidad a una marca muy especial): se trata de Choleodoron, de Welleda, que puede encontrarse en farmacias. En general se toman unas gotas (entre 10 y 30) disueltas en un poco de agua inmediatamente después de las comidas, y con ello se evita la pesadez de estómago, la acidez y los gases durante la digestión.
Bueno, espero que estos remedios os resulten interesantes. Y como siempre, no dudéis en escribirme para lo que queráis.
Créditos
Imagen destacada: «How do you like them» (CC-BY) Betancourt.
Fotografía de las umeboshi: «Umeboshi drying» (CC-BY-SA-NC) Caleb Phillips
Fotografía de la cebada: «Cebada» (CC-BY-SA-NC) Fran Hidalgo Carmona