912 060 323 - 619 991 900

Nosotros y el clima (II)

Nosotros y el clima (II)

Escrito por en Dic 22, 2019 para Blog, Ecología

En esta entrada no hablaré de las petroleras, ni de los Estados altamente contaminantes. No me interesan las críticas de aperitivo. Busco saber por qué, incluso los que protestamos contra las petroleras, seguimos utilizando el coche todos los días. Nos lo explica la psicología cognitiva.

En la entrada anterior reflexionábamos sobre las dificultades que entraña el cambio de mentalidad necesario para superar la gravísima crisis climática en la que nos encontramos.

Es cierto, no hablé apenas de las multinacionales petroleras ni de otros sectores altamente contaminantes, ni de los dirigentes negacionistas, ni de los Estados con más emisiones de efecto invernadero, ni de la Cumbre sobre el cambio climático de Madrid 2019. Opté por hablar del aspecto que me parece más al alcance de cualquiera: el comportamiento cotidiano de cada cual.

Por supuesto que pienso que denunciar a las petroleras es esencial –y hay activistas que lo hacen muy bien, como Greenpeace, de la que soy socia–, pero también me parece esencial plantearme por qué tantas personas, incluso los que protestamos contra las petroleras, seguimos utilizando el coche todos los días. Porque somos millones y creo en el poder extraordinario del cambio individual.

Es una pregunta que me planteo de verdad, no por culpabilizar al personal.

¿Qué hace que nos sea tan difícil actuar con coherencia, aun teniendo toda la información que tenemos desde hace tanto tiempo?

Mirad, por ejemplo, este vídeo de Rodríguez de la Fuente, que anda dando vueltas por el WhatsApp.

¿Quién no veía a Rodríguez de la Fuente en aquella época? ¿Y cómo es que ignoramos este mensaje durante tanto tiempo?

Cumbre climática en nuestro cerebro

En realidad, el problema es que nuestro cerebro funciona construyéndose un modelo mental del mundo que funciona como un sistema único, en el que todas las ideas y representaciones están interconectadas y «encajan» entre sí. Si le falta alguna pieza, el cerebro la rellena sin más, inventando o adaptando los contenidos que le vienen de fuera. Por ejemplo, ¿qué veis en este dibujo?:

¿De verdad es una niña? ¿Mafalda? Nuestro cerebro rellena lo que el dibujo no muestra según lo que ya conoce.

Mirad ahora estas dos figuras:

Imaginemos que la gran figura es el modelo con el que actualmente nos representamos el mundo, sobre la base de nuestros aprendizajes y de nuestras experiencias, de los valores sociales imperantes, de las creencias más extendidas, de nuestro sistema ideológico.

Las pequeñas esferas de colores son los distintos conocimientos, y las barras, las relaciones entre ellos, que terminan formando un conjunto coherente que nos permite adaptarnos a la realidad (física y social) y regular nuestro comportamiento.

Imaginemos ahora que recibimos una información nueva, que no cuadra con todas las ideas que hemos ido acumulando y «encajando» en nuestro modelo mental durante años. Por ejemplo, que el «progreso», tal como lo entendemos, no es ya posible, porque los recursos del planeta son finitos. Esta nueva información está simbolizada por la pequeña línea quebrada de la derecha.

Nuestras reacciones ante la idea de cambio climático

Según la psicología cognitiva, tres reacciones son posibles:

  • Rechazo ￿ no aceptamos la nueva información, pues para integrarla tendríamos que cuestionar la estructura de toda nuestra representación del mundo. A menudo, conscientemente o inconscientemente, preferimos no hacerlo, por la confusión y el trastorno que ello puede suponer en nuestra vida.

Esto es lo que están haciendo ahora mismo los negacionistas, a fin de proteger sus intereses creados y su confort individual y de clase.

  • Coexistencia  Puede ser que aceptemos la nueva información, pero sin integrarla en nuestra representación del mundo, es decir, dejándola «a un lado», sin profundizar en sus repercusiones. La información no es en realidad asimilada, con lo cual no modificará nuestras reacciones ni nuestros comportamientos. Dos representaciones paralelas coexisten pues en nuestro cerebro, con la consiguiente «disonancia» que ello genera.

Esto es lo que estamos haciendo en estos momentos la mayoría de nosotros: creemos en el cambio climático y creemos que exige un cambio de comportamiento, pero seguimos con los mismos hábitos, preservando así nuestros intereses (por ejemplo, nuestro nivel de integración y de aceptación en la sociedad) y nuestro confort personal y de clase.

  • Transformación  Aceptamos la nueva información y comenzamos a cuestionar nuestras representaciones mentales teniéndola en cuenta. Ello implica todo un proceso: 1) tomar conciencia de dichas representaciones mentales; 2) analizarlas a la luz de la nueva información y buscar otros datos que nos permitan confirmar o rechazar cada hipótesis; 3) reconstruir un nuevo modelo mental global que sea coherente y, por último, 4) modificar nuestros comportamientos en consecuencia, poniendo la nueva representación a prueba en las situaciones de nuestra vida que lo exijan.

Eso es lo que están haciendo ya, desde hace tiempo, algunas personas (como Greta Thunberg, por ejemplo) y grupos de personas (como los que viven en ecoaldeas, por ejemplo), a los que todavía muchos consideran «extremistas» o simplemente «exagerados», o incluso «falsos». Basta ver las críticas aceradas que despierta una adolescente concienciada y coherente como Greta para darse cuenta de la enorme presión social que existe contra el auténtico cambio.

Una reflexión interesante para cada uno sería: ¿Cuál ha sido exactamente nuestra reacción? Si tomamos estas tres reacciones como etapas en un camino hacia el cambio, ¿dónde nos encontramos?

Dado que nuestro cerebro funciona con representaciones globales de la realidad, lo que quizás nos ayudaría sería disponer de un nuevo modelo global de pensamiento y de comportamiento que pudiéramos adoptar en sustitución del actual.

¿Existe? Yo creo que sí, y sería más fácil de aplicar de lo que pensamos, porque no nos es del todo ajeno. Hablamos en el próximo post.

Comentar

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.

ACEPTAR
Aviso de cookies