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Relatos para el confinamiento: El sabio de Pelikan Lake, o una mirada lúcida al pasado

Relatos para el confinamiento: El sabio de Pelikan Lake, o una mirada lúcida al pasado

Escrito por en May 7, 2020 para Blog, Ecología, Ocio, testimonios

Canadá. 1930. Una cabaña perdida en el bosque. Un trampero solitario se acerca. La historia del Lejano Oeste va a serle narrada, pero no como la conocemos… 

Dentro de nuestra serie de relatos para el confinamiento, os presento esta semana un «relato real», escrito en torno a 1930 por un autor singular: Grey Owl, el Búho Gris. O, si traducimos correctamente su nombre ojibwa, el Hombre que Marcha de Noche. ¿Lo conocéis? Quizás alguno haya visto la película protagonizada por Pierce Brosnan que cuenta su vida extraordinaria. Por lo demás, este autor de principios del siglo XX, pionero de los ideales ecologistas en el mundo anglosajón y defensor de los pueblos originarios y de su cultura, es completamente desconocido en España.

Pero, ¿los búhos escriben?

De huérfano en la Inglaterra de los inicios del siglo XX a trampero en Canadá; de trampero y cazador a defensor de los castores y del medio natural que representan; de defensor de los castores a guarda forestal, escritor y conferenciante. En el prólogo de Tales of an empty cabin, el libro del que está extraído el relato que os presento, Grey Owl comienza diciéndonos lo siguiente:

«El hombre que llamamos civilizado suele considerarse a sí mismo el rey de la creación y tiende a pensar que todo lo que existe en este planeta está ahí para su conveniencia, que todos los animales –por no hablar de los miembros de su propia especie que ha “sometido”– están en la Tierra para servirlo. Y ello a pesar del hecho de que muchos de esos seres que considera “atrasados” son a menudo tan inteligentes como él, e incluso muy superiores físicamente».

Esa afirmación sigue teniendo tal vigencia hoy que parece que la historia no se hubiera movido, que siguiéramos en el mismo punto que hace casi un siglo. Que el tiempo no pasara –ni las cosas evolucionaran– tan rápido como creemos. 

La memoria de un pueblo, como un relato

El relato que os propongo habla de una de esas «especies sometidas» del género humano: los pueblos amerindios. Moviéndose entre la crónica moderna y el bellísimo estilo narrativo de las tradiciones orales, el Búho Gris nos narra su encuentro casual con un viejo guerrero cree de las grandes praderas del Lejano Oeste, el sabio de Pelikan Lake. Juntos, vuelven su mirada al pasado violento y traumático de estos pueblos con frialdad, lucidez y templanza. 

Y otra historia se revela entonces al lector, mucho menos peliculera que la que se nos ha contado. Una historia de conflictos sangrientos y también de mestizaje, de contradicciones y luchas intestinas, de migración y asentamiento en un nuevo entorno natural, hasta entonces inhabitado, de pacificación, de construcción de identidades… Es una historia con un final relativamente feliz.

El relato de Grey Owl nos permite ser testigos de un acontecimiento poco conocido, pero crucial, de esa historia: el momento en que varias tribus amerindias, tras derrotar al General Custer en la Batalla de Little Bighorn, migran hacia la frontera canadiense con intención de pedir asilo y se instalan en el bosque boreal de forma permanente.

Sin perder nunca la magia de una gran narración, Grey Owl nos incita a reinterpretar la historia de los pueblos originarios de América del Norte en términos de procesos políticos y sociales contrastados. Lo que fue prácticamente un exterminio de un lado de la frontera, se desarrolló como un proceso pacífico de integración del otro lado, hasta convertir el Canadá en lo que hoy es: uno de los países del mundo que mayor participación política ha concedido a los pueblos originarios y a las minorías étnicas. Quizás no es casualidad que también sea uno de los países con mejor gestión medioambiental: esos pueblos tienen un papel activo y preponderante en la conservación de sus hábitats tradicionales.[i]

Como digo, el relato de Grey Owl no tiene ninguna pretensión analítica. Simplemente nos transmite las historias que él escuchó del sabio de Pelikan Lake y, de ese modo, nos permite adoptar su mirada hacia sí mismo y hacia el pasado de esos pueblos. 

Una mirada desapasionada al pasado

Me pregunto hasta qué punto les fue necesaria, a él y a sus contemporáneos, esa mirada retrospectiva desapasionada, crítica y respetuosa a un tiempo, para vivir su presente con serenidad y sin renunciar a ser quienes eran, avanzando hacia su completa integración en ese territorio que convirtieron en habitable sin dañarlo. O si, por el contrario, fueron las circunstancias de acogida en el Canadá, y ese singular ecosistema, lo que les permitió adoptar esa mirada.

Me lo pregunto porque la crisis del Covid-19 no solo ha obligado a interrumpir la actividad económica o los tratamientos de otras enfermedades físicas, sino también procesos de reconciliación histórica y social que estaban teniendo lugar en nuestro país y que deberían quizás continuar su curso lo antes posible.

El grado de polarización de los debates políticos actuales, el odio que rezuman las redes sociales, la corrosiva desinformación que asola la prensa tradicional y digital, son indicio de un clima emocional tan exacerbado, que se diría propio de una sociedad que acaba de vivir un trauma. Como si no hubieran pasado más de 80 años desde la Guerra Civil, ni más de 40 desde el fin de la dictadura. (O bien es la naturaleza humana, la que no cambia, y hay en nuestro país demasiados «fabricantes de flechas», como el de una de las historias que relata el Búho Gris).

Salvando todas las distancias, quizás observar cómo otros miran su propia historia desde la seguridad emocional que nos ofrece la literatura nos conmueva o nos intrigue. 

Quizás necesitemos también nosotros un refugio en el bosque, un Pelikan Lake, para desapasionarnos, anclarnos serenamente en el presente y sacar de él el mejor partido, incluso en la peor de las circunstancias.

Podéis descargaros el relato aquí.


Créditos

La obra de Wa-Sha-Quon-Asin (Grey Owl) es actualmente del dominio público.

Título original del relato: «The sage of Pelican Lake», extraído de Tales of an empty Cabin, Lovat Dickson Limited Publishers. Londres, 1936.

Traducción al español © Lola Montero Cué, bajo licencia CC-BY-SA-NC.

Imagen destacada: Got The Blues © Peter Scott, bajo licencia CC-NC (Flickr.com\Peter Scott)


[i] Según el Censo de 2016 (Statistics Canada), 977.230 personas en el Canadá se declaran miembros de las Primeras Naciones (pueblos amerindios originarios), viven en 634 comunidades por todo el territorio canadiense y hablan más de 50 lenguas identificadas como tal. A todas ellas hay que sumarles las comunidades inuit, que no entran dentro de la denominación de “Primeras Naciones” (fuente: The Canadian Encyclopedia), pero sí de “pueblos indígenas”. Puede encontrarse un buen artículo sobre la historia de las Primeras Naciones canadienses y la reglamentación de su integración y participación política en esta página oficial del Gobierno del Canadá.

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