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Un pesto de carambola

Un pesto de carambola

Escrito por en Abr 22, 2021 para Blog, Nutrición, Recetas, salud

Hay muchas razones para incorporar a nuestro recetario recetas carambola que puedan adaptarse a las diferentes dietas por motivos de salud, bienestar o conciencia ecológica. El ejemplo más claro es cuando alguien de nuestra familia sufre una alergia o enfermedad que le impide comer ciertos alimentos. Cocinar dos menús distintos a diario puede suponer mucho trabajo y, en cierto modo, una segregación en la mesa.

También puede suceder que tengamos personas invitadas con ciertas restricciones alimentarias. Si no conocemos los trucos culinarios de las diversas dietas, nos veremos en un aprieto o nos arriesgamos a no recibirlas bien.

Quizás simplemente deseemos variar nuestra dieta por placer, o para hacerla más saludable y ecológica incorporando en ella alimentos que nos sorprenderán y darán un toque original a nuestros platos.

Por último, a veces no aprovechamos más que una parte de determinados alimentos, y el resto va a la basura -o, con suerte, a nuestro cubo de compostaje- lo cual no deja de ser un desperdicio y una pena.

La receta que os presento hoy cumple varias de estas funciones. Se trata de un pesto muy polivalente, que puede utilizarse como salsa o como crema de untar. Para realizarlo, cortaremos las hojas de una buena mata de apio, en lugar de tirarlas.

El apio tiene grandes propiedades nutricionales (mirad este artículo de Cuerpomente), y en sus hojas se concentran muchos de ellos. A este excelente depurativo, digestivo y cardioprotector le añadiremos otros ingredientes como el aceite de nuez o de camelina (ricos en omega 3), que nos sorprenderán con sus sabores, además de cuidar nuestras arterias y nuestras neuronas. Los combinamos con piñones, o bien con pipas de girasol y de calabaza, según el resultado más o menos gourmet que deseemos.

La receta del pesto de hojas de apio

Ingredientes

  • todas las hojas de una mata de apio
  • 50 gr. de pipas de girasol
  • 50 gr. de pipas de calabaza
  • Un buen chorro de aceite de nuez o camelina
  • Sal al gusto

Elaboración

  • Corta y lava y escurre las hojas del apio (no importa si quedan algunos de los tallos más finos)
  • Mezcla las hojas con las pipas, la sal y el aceite, y tritúralo todo
  • Prueba la preparación: si el sabor es demasiado amargo o ha quedado demasiado seca, añade pipas o aceite al gusto.
  • Guarda la preparación en un tarro hermético y consérvala en el frigorífico (puede conservarse hasta dos semanas)

Usos y variantes gastronómicas

Tal cual, este pesto es ideal como crema para untar, pero también puede usarse como aliño, desliando una pequeña cantidad (dependiendo del tamaño de la ensalada) y añadiéndole un poco más de aceite. También puede incorporarse a salsas, por supuesto.

Para una variante más gastronómica, podemos sustituir las pipas de girasol y calabaza por piñones (de cedro si queremos realmente un resultado gourmet). La suavidad y la dulzura del piñón combinan maravillosamente bien con el ligero amargor de la hoja del apio, y el color será asimismo más variado y sorprendente.

Propiedades nutricionales

Esta receta es:

Original/gourmet   ✅Mediterránea Vegana   Keto   Paleo 

Sin gluten   Sin lácteos   Sin huevo

Completa Antihistamínica   Antimigraña   Cardioprotectora   Digestiva     

Los aceites de nuez o camelina, antiinflamatorios por su riqueza en omega 3, combinados con las propiedades depurativas y digestivas del apio hacen que esta receta no sea solo sorprendente y agradable para el paladar, sino también un verdadero manjar para el organismo, y ahí está la carambola: se ajusta a prácticamente a todos los regímenes y a todas las dolencias (es una de mis fórmulas mágicas para luchar contra la migraña, por ejemplo), y queda bien en cualquier mesa.

El aceite de camelina, todavía no muy conocido en España, es una excelente alternativa. Se obtiene de una planta autóctona que se consideraba una «mala hierba» y sus propiedades y sabor son extraordinarios, en particular por su contenido en omega-3.

Por supuesto, la receta también puede hacerse con aceite de sésamo, de sabor delicioso. Sin embargo, el equilibrio omega-3/omega-6 ya no será el mismo (y dejará de ser recomendable en caso de migraña).

Espero que os haya gustado esta segunda receta carambola. Si la hacéis, nos encantará conocer vuestra opinión: no dudéis en dejar un comentario.


Creditos

Receta y fotografías originales de Lola Illamel (CC-BY-CN)

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